Solo un maestro de la talla de Bob Dylan es capaz de retocar una y otra vez la melodía de sus propias creaciones.
Si creías que la versión del Mr. Tambourine Man del directo de Budokan era la versión definitiva que Bob Dylan hacía de su clásico espera a escuchar esta obra de arte de un directo del 2000.
La grabación que parece ser una de esas obras maestras de ingeniería clandestina, es de un concierto del año 2000 en la ciudad de Towson, Baltimore.
El inicio de la canción ya promete muchísmo y lo que le sigue no decepciona. Se escucha al publico como enloquece al sentir los primeros versos de Mr. Tamborine Man. Dylan parece que por un momento especula con la letra. Parece como jugando con los primeros versos. Esconde su voz detrás de la canción.
Casi parece que a mitad de la primera estrofa va a cambiar de canción y de repente, la segunda estrofa y él se encuentran. Encuentran el camino hacia lo que promete ser una versión histórica de su clásico a través de esas imbatibles palabras que siguen…